En un incidente que sacudió al barrio Guevara, personal de la Comisaría Octava intervino a las 18:30 horas en un caso de lesiones con arma blanca, desencadenado por el robo de un celular.

Todo comenzó con la denuncia de una mujer de 32 años, quien reportó que un joven de 22 años le había quitado el teléfono a su hija de 15 años. El aparato pertenecía en realidad a su sobrino, también de 15. El dueño del celular, acompañado por su madre, se dirigió al domicilio de la novia del presunto ladrón para recuperarlo.

Al llegar, un vehículo se detuvo en el lugar y de él bajó el sindicado, armado con un cuchillo. Sin decir una palabra, atacó al joven de 19 años –quien no era el dueño original, pero estaba involucrado en la recuperación–, causándole una lesión leve. Cuando la madre intentó separar a los involucrados, también recibió golpes del mismo agresor.

Los vecinos intervinieron con rapidez y lograron desarmar al atacante, quitándole el cuchillo. Este se encerró en la vivienda, desde donde siguió lanzando provocaciones a los presentes, incluso después de la llegada de la policía.

Tras consultar con la Fiscalía en turno, se ordenó la aprehensión del joven de 22 años. Finalmente, salió por su cuenta y fue trasladado a la Jefatura Departamental. En el lugar, se secuestró el arma blanca.

En el operativo participaron efectivos de la Comisaría de Minoridad, Primera, Segunda, Guardia Especial y División Drogas Peligrosas. El traslado del aprehendido estuvo a cargo de personal de la Comisaría Segunda, con las actuaciones correspondientes bajo directivas de la Fiscalía.