El caso, que conmocionó a la región, comenzó a desentrañarse gracias a la rápida acción de la Dirección General de Inteligencia Criminal de la Policía de Córdoba, bajo las órdenes del fiscal Gerardo Reyes. Los investigadores lograron rastrear en tiempo real los movimientos de Laurta, quien, tras los crímenes, tomó un remís alrededor de las 14 horas del sábado desde las cercanías de la escena del doble homicidio. Su objetivo era claro: llegar a Gualeguaychú y contratar una barcaza para cruzar el río hacia Uruguay, su país de origen, en un intento desesperado por escapar de la justicia.

La clave para evitar la fuga fue la activación del Alerta Sofía, un protocolo de emergencia para casos de menores en peligro, impulsado tras una comunicación directa entre el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, y la responsable del protocolo, Paula Sánchez. Este mecanismo permitió coordinar esfuerzos para localizar al niño y evitar que cruzara la frontera.

El operativo culminó con la detención de Laurta en el hotel, donde también se rescató al menor, quien se encuentra ahora bajo protección. La investigación continúa para esclarecer los detalles de este trágico suceso.